jueves, 31 de julio de 2008

Llevar a tu bebé: el poder de los brazos


En numerosas culturas las mujeres llevan a sus bebés envueltos en los más diversos artilugios dependiendo de sus necesidades, algunas usan pañuelos, otras hamacas tejidas con materiales vegetales, algunas incluso los llevan en porta bebés que cuelgan de su cabeza. De esta forma los recién llegados participan en las tareas cotidianas son atendidos de inmediato por sus madres y descansan tranquilos cerca del corazón de su cuidador, generalmente hasta conseguir una cierta movilidad que le permite explorar su entorno activamente, alrededor de los 8 a 10 meses.
Desgraciadamente, nuestra sociedad está regida por el consumo y los mensajes publicitarios.
En muy poco tiempo hemos dado la espalda a nuestro instinto de agarrar en brazos al bebé y llevarlo con nosotros allá donde vayamos, para pasarlo a su cochecito, apartado físicamente del calor de su madre.
Llevar a tu bebé en brazos no solo es una experiencia agradable para el y para ti, si no que se ha demostrado que lleva asociados importantes beneficios para ambos:

El constante contacto físico afianza el vínculo madre-hijo imprescindible para un perfecto desarrollo emocional y psicológico del bebé.
Se estimula el desarrollo del cerebro debido a que desde la perspectiva en la posición del babywearing tiene acceso a estímulos mucho más ricos y similares al adulto, mientras que desde el cochecito solo ve el techo o el cielo.
Es necesario para el recién llegado reorganizarse para poder integrarse a su nuevo ambiente. Si se separa pronto de su madre deberá autorregularse solo y puede presentar: cólicos, llantos, comportamientos de miedo y ansiedad, respiración irregular, sueño inquieto.... Al llevar a tu bebé le estas reconfortando ya que con tu presencia los sistemas emotivos, intelectual y psicológico funcionan de forma óptima, la presencia continua de la madre es una influencia reguladora necesaria.
Ser llevado es como una gimnasia pasiva, por lo que tampoco hay que preocuparse por la supuesta “pasividad” del bebé. Jean Liedloff (autora del libro “El concepto del Continumm”) sostiene la idea de que los bebés tienen como expectativa el ser pasivos la mayor parte del tiempo, no tener la obligación de intervenir constantemente en las situaciones. Si son llevados, pueden observar perfectamente todo lo que ocurre en su alrededor, pero sin la necesidad de reaccionar activamente. Esto les lleva a un aprendizaje tipo “esponja” y permite que puedan asimilar las experiencias vividas de una forma mucho más adecuada.
Se facilita la lactancia materna ya que al estar pegado el bebé al cuerpo materno la mayor parte del tiempo, se estimula la producción de la leche y el bebé “recuerda” más fácilmente que quiere mamar.
Antropólogos que han estudiado culturas en todo el mundo afirman que los bebés que son llevados la mayor parte del día, LLORAN MENOS. En nuestra sociedad aceptamos la idea de que es normal de que los bebés lloren durante horas, pero esto no es así en todas partes.
Favorece mayor contacto visual con la madre. Aunque la madre no tenga que estar pendiente todo el tiempo del bebé, porque tiene la seguridad originaria de que está bien mientras esté con ella, el bebé puede orientarse en este mundo según las reacciones de su madre.

Es más consciente de las caras, los ritmos del paso, los olores. El aprende las expresiones faciales y otros lenguajes del cuerpo, entonaciones de voz, esquemas de respiración y emociones del que lo lleva.
De este modo los bebés “portados” son más organizados, más sociables y tienen más facilidad de aprendizaje.

Las ventajas para la madre son tan obvias que sorprende que no sea una práctica mucho más extendida. La queja de toda madre suele ser que no puede hacer nada y que está muy cansada porque aprovecha las horas de siesta del bebé para hacer la casa. Las madres que practican el babywearing no tienen este problema: cargan al bebé en la cadera o en la espalda y así hacen las labores de la casa. Normalmente el bebé se duerme con el movimiento, pero si no es así, suele estar muy entretenido mirando lo que hace su madre. Así, la madre no tiene que doblar jornadas ya que se puede planificar como más le convenga sin tener que esperar a que el bebé se haya quedado dormido.
FUENTE ASOCIACION CRIARTE y retocada por CECI

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Hola, nos encantan que nos dejen sus comentarios!!!!!
Les gusta el blog? quieren que toquemos algun tema en especial?