Dar a luz es un aspecto completamente natural de la sexualidad e instinto femenino, así como el embarazo. En los tiempos antiguos, las mujeres que daban a luz eran muy estimadas por las otras mujeres, del mismo modo que por los varones, por su capacidad de crear vida.
El esfuerzo físico requerido en el parto no ha cambiado en el curso de los años. El acto es el mismo para las mujeres modernas que somos hoy en día como lo era hace miles de años para las mujeres que vivían en la jungla tropical. De hecho, es poco importante el lugar de residencia o su cultura, el parto es el mismo.
En el momento del trabajo de parto y el nacimiento en sí, nuestro cuerpo suelta un cóctel de hormonas que producen un efecto “calmante”, porque nos ponen en un estado alterado de conciencia que es similar a hacer el amor, y hacen que no sintamos el dolor tan fuerte. Para lograr esta sincronización extraordinaria de sustancias es importantísimo contar con un entorno adecuado: necesitamos intimidad, respeto por nuestros tiempos, compañía de personas amadas, palabras cálidas de aliento…pero por sobre todas las cosas una convicción y confianza en nuestra capacidad instintiva de parir…creer desde lo profundo que el parto es nuestro….
Parecemos haber perdido esa aceptación del dolor como parte natural del parto. Hoy en día nos dicen que el dolor se puede evitar, que ese dolor del nacimiento es terrible…lo que nos atemoriza y lo hace más doloroso aún…
El temor es una respuesta normal a todo lo que nos es desconocido, sobretodo cuando hay una posibilidad de daño o de muerte. El temor que vivimos hoy en día es mucho más grande que el de nuestros ancestros. Hoy creemos que el parto sería demasiado difícil de soportar sin los médicos y los hospitales. “Cedemos” la responsabilidad de nuestros partos más que vivir el proceso natural.
Los conocimientos adquiridos sobre el parto natural quedan en el interior de cada mujer. Este aprendizaje se propaga de generación en generación en los genes. Así como existe un esquema en el interior mismo de la mujer donde crece el feto, hay igualmente en nosotras todo el instinto y todas las informaciones necesarias para el parto.
No hay necesidad de enseñar a la madre como dar a luz a su bebé.
Como nos dice Laura Gutman : “Hoy en día consideramos el parto como un acto puramente corporal y medico. Un trámite que, con cierta manipulación, anestesia para que la parturienta no sea un obstáculo, drogas que permiten decidir cuándo y cómo programar la operación, y un equipo de profesionales que trabajen coordinados, pueda sacar al bebé corporalmente sano y felicitarse por el triunfo de la ciencia. Esta modalidad está tan arraigada en nuestra sociedad que las mujeres ni siquiera nos cuestionamos si fuimos actrices de nuestro parto o meras espectadoras. Si fue un acto íntimo vivido desde la mas profunda animalidad, o si cumplimos con lo que se esperaba de nosotras.”
By Ceci
Todo busca su hogar! Rosario
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Aparecio perdido el Jueves 03 de Abril, en la zona de Alto Rosario
Shopping, Junín al 600.
Nadie lo reclamó
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#adoptame #adopcionrespo...
Hola Ceci! Soy Laura, de Familia Natural. Qué lindo blog!!
ResponderEliminarMe encantó esta entrada...qué lindo eso de que no hay que ensenarle a una madre a parir...Yo creo que el hecho de haber podido parir y después amamantar fue lo que me dio mas confianza en mi misma, en toda mi vida!
Gracias!