miércoles, 25 de noviembre de 2009
Se puede decir más alto, pero no más claro
Se animan a opinar o exponer su experiencia personal...?
Torras de Beà, psicoanalista y psiquiatra infantil
"La guardería no puede criar saludablemente a un bebé"
VÍCTOR-M. AMELA - 23/11/2009
Madres a la oficina, bebés a la guardería: relevante cambio social de los últimos 40 años. Con algunas consecuencias indeseables. Quien las señale se expone a ser tildado de carca. Pero se agolpan las evidencias neurocientíficas, y hay que plantearlas: lo hace la doctora Torras - ¡se reprocha haber callado demasiados años!-presidenta de la Fundació Eulàlia Torras de Beà (www. fetb. org), gestora de varios centros de salud mental infantil y juvenil y que ahora celebra 40 años de trabajos. Cada día hay más padres inquietos ante una política socioeconómica que dificulta procurar a sus hijos una feliz y saludable crianza, padres como los que se mueven en http:// mastiempoconloshijos. blogspot. com
Soy lo bastante mayor para acumular experiencia y lo bastante joven para seguir aprendiendo. Soy de Barcelona. Soy médica, psiquiatra y psicoanalista. Estoy casada y tengo tres hijos y seis nietos. ¿Política? Favorable a los más necesitados. ¿Dios? Eso son cuestiones privadas.
¿Qué tiene de malo una guardería?
Es algo que necesitan los padres... pero no es lo que necesita un bebé.
¿Y qué necesita un bebé?
La cercanía cálida, constante y segura de sus amorosos padres. Pero si los padres no pueden... Dejan a sus bebés cada vez más tempranamente en guarderías, sin calibrar las consecuencias...
¿A qué edad entran los bebés en guarderías?
¡Con cuatro meses! Algo impensable hace 40 años...
¿Y qué consecuencias tiene esto?
Mala crianza. Asumimos como normal que nuestros bebés enfermen, ¡y no lo es!
¿Enferman por culpa de la guardería?
Multiplica las posibilidades de enfermar: el bebé está más expuesto a gérmenes... y, sobre todo, más propenso a toda afección.
¿La guardería acentúa la propensión a enfermar del bebé?
Sí. El propio hogar, los brazos de mamá y papá, un círculo reducido de personas... ¡eso es lo que fortalece emocional, cognitiva y físicamente al bebé! La guardería, en cambio, puede comprometer su desarrollo.
¿Tanto como eso?
El ingreso en la guardería lo hace retroceder temporalmente en competencias que está adquiriendo, como hablar, caminar... ¿Por qué? Un entorno estable proporciona seguridad al bebé, seguridad que lo anima a explorar: así madura bien. Alterar su entorno le resta seguridad, lo que frena su desarrollo.
¿No está dramatizando, doctora?
Lo confirman los últimos hallazgos en neurociencias y psicología evolutiva. ¿Me los resume? De los cero a los dos años, cuando más plástico es el cerebro, las neuronas del bebé se desarrollan según la calidad de los estímulos que recibe por interacción con las personas centrales de su mundo: abrazos, achuchones, caricias, risas, balanceos, movimientos, sonidos, voces, cantos, palabras, mimos, cariños, músicas, olores, colores, sabores...
¿Y besos?
Y besos. Todo eso sofistica y enriquece su sistema neural y nervioso, el sistema desde el que establece su relación emocional y cognitiva con el mundo y consigo mismo.
¿La guardería no da esos estímulos?
Imposible en grado óptimo, improbable en el necesario, difícilmente con la intensidad y calidad de unos papás atentos y amorosos. Ya no existen a tiempo completo. Y quizá por eso llegan cada día a las consultas más psicopatologías en niños cada vez menores... ¡España es ahora el tercer país que más psicofármacos receta a menores! Cortamos síntomas sin analizar causas. También padecemos en España un elevado fracaso escolar. Tampoco analizamos causas, preferimos castigar o etiquetar: "trastorno por déficit de atención e hiperactividad", y medicar.
Ir pronto a la guardería ¿no garantiza una mejor escolaridad ulterior?
No. Hay que escolarizar al niño justo cuando empieza a quedársele pequeño su hogar.
¿Y a qué edad sucede eso?
No antes de los tres años.
¿Tan tarde? En Finlandia los padres no están obligados a escolarizar a sus hijos ¡hasta los siete años! Y Finlandia es el país con menos fracaso escolar de Europa, vea el informe PISA. Seguro que concurren otros factores... El principal es que el Estado sufraga durante el primer año a los padres. Y luego permite horarios laborales intensivos o reducidos. Así, ¡los padres pueden criar a sus hijos! Y un niño bien criado en casa llegará a la escuela muy estimulado, con ganas de descubrir. Y aprenderá más y mejor. O sea, que deberíamos mimar al bebé. Atender sus necesidades de hambre, sueño y - sobre todo-cariño. No es sobreprotegerlo, ¡es protegerlo de lo que vendrá! Porque el niño así criado gozará de estabilidad emocional, autoestima y coherencia: estará bien preparado para los reveses que vendrán.
¿Y no será así si se ha criado con mucha guardería o en un orfanato?
La pobreza de estímulos empobrece su desarrollo: serán niños poco orientados, intemperantes y más agresivos, más vulnerables a la frustración, más depresivos... Diga algo bueno de las guarderías. Muchas tienen excelentes cuidadoras, pero repartirse entre tantos niños imposibilita la calidad de la atención personalizada. Mejor una guardería que algún hogar. Ante un hogar con abandono, conflicto permanente y agresividad crónica, ¡mejor una guardería, sí! La guardería es útil en ciertos casos y momentos, pero no es la opción principal para criar saludablemente a un bebé. Envíe un mensaje a los padres. Uno de la doctora Julia Corominas: "Dedicar tiempo a los hijos de pequeños ahorrará mucho tiempo cuando sean mayores". Ahorro en salud física, mental y emocional.
Tomado de: http://www.lavanguardia.es/lacontra/lacontra.html
extraido de tenemosteta.com
By ceci
viernes, 11 de septiembre de 2009
Upa Upitaaaaa
viernes, 22 de mayo de 2009
Pañales de tela...
Info: ecobebe
sábado, 4 de abril de 2009
Apoyo a las madres que dan el pecho después del año...
Aca va otro apoyo incondicional de Carlos Gonzalez...
Las madres que siguen dando el pecho después del año se enfrentan con
numerosos problemas, sobre todo debido a las críticas de quienes creen que eso “no es normal” y las amenazan con todo tipo de enfermedades y catástrofes.
En realidad, no se conoce cuál es la edad “natural” del destete en el ser humano.
Cada cultura tiene al respecto sus propias costumbres, aunque desde luego ninguna desteta tan pronto como la cultura occidental del siglo XX.
La antropóloga norteamericana Katherine Dettwyler ha abordado la cuestión desde la zoología comparada, extrapolando una hipotética edad del destete en el ser humano a partir de los datos referentes a otros primates, a partir de varios parámetros que se correlacionan de forma más o menos exacta con la lactancia:
a) Según el peso al nacer.
Suele decirse que los mamíferos se destetan cuando han triplicado su peso al nacer. Esto sólo es válido para los animales pequeños; los animales de tamaño parecido al nuestro se destetan tras cuadruplicar el peso al nacer, lo que sería aproximadamente a los dos años y medio.
b) Según el peso del adulto.
Muchos mamíferos se destetan al alcanzar aproximadamente la tercera parte de su peso adulto. Como en nuestra especie el varón adulto es más grande, ello representaría un destete más tardío: los niños hacia los siete años (al alcanzar los 23 kg.), y las niñas poco antes de los seis años (con 19 kg.).
c) Según el peso de la madre.
Los investigadores Harvey y Clutton-Brock encontraron que, en un gran número de primates, la edad del destete en días es igual al peso de la hembra adulta en gramos multiplicado por 2,71. Aplicando esta fórmula a una madre de 55 kilos,
correspondería destetar a los tres años y cuatro meses.
d) Según la duración de la gestación.
La relación entre la duración de la lactancia y la duración de la gestación es muy variable entre los primates, pero parece depender del tamaño de los individuos. En los monos pequeños, dicha relación suele ser inferior a dos; pero entre nuestros parientes más cercanos (en parentesco y tamaño), la relación es de 6,4 para el chimpancé y de 6,18 para el gorila. Si asumimos que para el ser humano dicha relación ha de ser también superior a 6, el resultado es un mínimo de cuatro años y medio de lactancia.
e) Según la dentición.
El destete suele producirse en muchos primates cerca de la erupción del primer
molar permanente, lo que correspondería a los 6 años en el ser humano.
Como conclusión, Dettwyler supone que la edad normal del destete en el ser
humano debe estar en algún punto entre los dos años y medio y los siete.
A la pregunta de si las siguientes personas las habían apoyado o criticado para
dar el pecho, las respuestas (entre todas las madres, incluyendo las que dieron el
pecho menos de un año) fueron:
apoyan critican
Marido o compañero 77 6
Amigas o vecinas 47 53
Madre o suegra 44 39
Comadronas 27 6
Otros familiares 22 43
Pediatra 15 36
Enfermeras 6 19
Médico o ginecólogo 5 9
Otros 29 14
Puesto que cada madre puede tener varias amigas o varios pediatras, algunos
grupos aparecían al mismo tiempo apoyando y criticando. Observamos que el papel
de los profesionales de la salud es en general negativo, salvo en el caso de las
comadronas (matronas, parteras). Y, en todo caso, parecen influir menos, para bien
o para mal, que familiares y amigas. Como si nos mantuviéramos al márgen.
Destaca el muy favorable papel del marido, que casi nunca critica y que es la
persona que más apoya. Dudamos que esto refleje un gran interés por la lactancia
entre los maridos españoles en general, y pensamos que más bien se ha producido
una selección natural: el apoyo incondicional del marido es casi imprescindible para
que una madre logre dar el pecho, disfrutar con su experiencia, involucrarse en un
grupo de apoyo y acudir a un congreso sobre lactancia.
Por último, preguntamos qué había sido lo más agradable o lo más desagradable
de dar el pecho más de un año:
Que és lo más agradable de dar el pecho más de un año.
(de 78 mamás)
Contacto físico, mirada, vínculo 36
Relación especial, amor, algo tuyo 34
Madre feliz, realización personal 20
Comodidad y libertad 14
El mejor alimento 12
Niño feliz 10
Consuelo o calma para el niño 8
Es algo natural 3
Mejor salud del niño 6
Cariño 1
Qué es lo más desagradable de dar el pecho más de un año
(de 78 mamás)
Críticas de otras personas 33
Ninguna 14
Tomas nocturnas 10
Pedir mucho cuando no apetece a la madre 4
Difícil de compaginar con hermanos mayores 4
Mordiscos 4
Destete 4
Falta de información profesional y de apoyo social 4
Dependencia 4
Sensación de que no lo va a dejar 2
No poder salir de noche 2
Dificultad para compaginar con inquietudes de la
madre 2
Desinformación (miedo absurdo) 1
Problemas mamarios (mastitis, grietas) 1
Agobio 1
Conforme a lo esperado, estas madres encuentran muchas más satisfacciones
que problemas (de otro modo, no lo habrían hecho). Entre las ventajas se da mucha
más importancia a los aspectos afectivos y psicológicos que a la nutrición y a la
salud física; mientras que entre los inconvenientes destacan las críticas recibidas
de otras personas, y un gran número de madres espontáneamente afirman que no
hubo nada desagradable en su experiencia.
En conclusión, la lactancia durante más de un año es una realidad entre algunas
madres españolas, sobre todo de clase media-alta, y parece que la práctica se está
extendiendo. Es preciso que los profesionales de la salud adoptemos un papel más
decidido en apoyo de las madres que lactan, y que contribuyamos a educar a la
población para que estas madres reciban el respeto que merecen.
Carlos Gonzalez
By Ceci
lunes, 16 de marzo de 2009
Interesante...
Una mama que nos encontro navegando por internet nos manda esta propuesta para los que esten interesados en sumarse....Su nombre es Luna y es encantadora, no dudes en comunicarte con ella!!
domingo, 22 de febrero de 2009
Empecemos por casa...
"Prefiero ser niñóloga: traigo la voz de los niños", dice Laura Gutman y allana el terreno para avanzar sobre las responsabilidades de madres y padres sin precaución de ofender. En su último libro, La revolución de las madres, Gutman apunta que casi todos los niños sufren el abandono de sus padres aunque permanezcan físicamente a su lado; que dejar llorar al bebé toda la noche hasta que se calme solito es la muerte espiritual de ese niño; que dejar de darle de mamar al bebé en el quinto mes porque el médico así lo indica, es un desatino y que la leche vacuna es mala para la salud. Desafiar convenciones, escuchar la voz que desde el interior señala lo que es mejor para los chicos, es un rasgo de madurez necesaria, dirá Gutman, para que los padres puedan dar, nutrir y criar a sus hijos saludablemente. Y si la mirada de esta psicoterapeuta familiar resulta demasiado incómoda para algunos lectores, ella no retrocede: "No es duro lo que yo digo, dura es la vida de la gente, dura es la vida de los niños."
¿Qué es la crianza natural?
En España sobre todo está muy de moda el término crianza natural. Sería tener partos respetados, amamantar prolongadamente, comer saludablemente, permanecer con los niños mucho tiempo. Por supuesto que todas esas situaciones me parecen muy simpáticas. El problema no es tanto decirle a la mamá de qué manera tiene que criar y educar a los niños, sino tratar de entendernos los adultos, saber primero con qué recursos contamos, entender lo que necesita el niño y después tratar de ver juntos, dentro de nuestra realidad emocional, qué es lo que estamos en condiciones de ofrecer y si no qué tipo de ayuda necesitamos. Aparece otro tema muy de moda también, que es la culpa. Si para ser una madre perfecta tengo que hacer cosas que no puedo hacer, entonces tengo culpa porque no puedo y eso es una trampa.
Muchas madres habrán dejado de dar de mamar a sus hijos por recomendación médica, o siguieron el consejo de dejarlos llorar en su cuna creyendo que era lo mejor. ¿Qué les puede decir a quienes leen su libro y descubren que se equivocaron?
Yo trabajo para sacar a las mujeres de la infantilización de creer que el otro sabe algo que ella sabe perfectamente si se pone las manos en el corazón. Así que lo mejor es seguir nuestra intuición y seguramente nos vamos a equivocar mucho menos. Por eso no doy consejos, hay millones de maneras de criar a los niños. Lo que hicimos ya está hecho. Pero nunca es tarde. Si tenemos un niño de 5 o de 16 años, siempre es un buen momento para tener una conversación honesta.
Escuchar más lo que uno siente y menos la recomendación médica lleva a cuestionar generalizadamente a estas voces de autoridad que dicen, por ejemplo, que la leche de vaca es saludable...
Es un paradigma muy importante. Creo que la madurez emocional de un adulto es tener criterio y sentido común. Si vivimos infantilizados vamos a creer lo que nos diga cualquiera. En el fondo, en temas de nutrición o de crianza, lo que nos diga el médico o lo que nos diga el almacenero es igual, porque sobre crianza puedo asegurar que no han visto ninguna materia. Entonces se trata de ver dónde delegamos autoridad. Las mujeres, lamentablemente, nos sentimos muy frágiles y muy infantilizadas, entonces creemos lo que nos dice cualquiera.
¿Por qué cree que seguimos pensando que la leche de vaca es muy saludable?
No hay ninguna especie de mamífero que tome leche de otra especie después del período de lactancia. Durante siglos la especie humana fue amamantada por su madre hasta que estuvo en condiciones de ingerir alimento sólido y solamente en los últimos 50 años, en la sociedad occidental, los bebés empezaron a tomar leche de vaca maternizada: es obvio que esto ha sido el marketing. Y hoy estos son los paradigmas, todos creemos que la leche de vaca es buenísima. La realidad es que la leche de vaca es tóxica. Basta simplemente con observar a nuestros hijos que están todo el tiempo con mocos, otitis, angina, bronquiolitis y espasmos: una sola semana que cualquiera de nosotros esté dispuesto a sacarle completamente los lácteos, el harina blanca y el azúcar blanco y vamos a ver que al niño le desaparecen los mocos. Pero los canales infantiles están llenos de publicidad de lácteos, así que eso está metido con todo el poder del dinero de las multinacionales. Nadie tiene por qué creerme, pero pueden hacer la prueba.
Ud describe la relación entre la madre y el bebe durante el puerperio como una díada ¿qué lugar hay para el padre en este período?
Todos los lugares, eso va a depender de los acuerdos tácitos de cada pareja. Hay hombres que están muy incluidos dentro de los vericuetos emocionales de una mujer. Creo que en las parejas el mejor rol posible para un varón sería el de apoyar, sostener, amparar y proteger a la díada madre – bebé. Solamente un hombre infantil siente que se queda afuera, cuando cree que él solamente está para recibir atención de su mujer. Justamente, en este libro hablo de la dificultad que tenemos los adultos para dar.
¿Cuál es la consecuencia del no dar?
Que quienes se quedan sin recibir son los bebés y niños pequeños, que son los únicos que merecen recibir. Un niño no satisfecho en sus necesidades básicas, es un niño que luego va a necesitar más y va a ir pidiendo desplazadamente. Va a agredir, va a gritar o va a estar desesperado o se va a intoxicar y devenir adicto porque va a querer introducir sustancias desesperadamente, puede ser azúcar, jueguitos, televisión, computadora, después será alcohol y cocaína, no importa la sustancia. El grado de desesperación por recibir amor materno es algo que va a ir creciendo con el tiempo. Luego se va a convertir en un adulto siempre necesitado de recibir, es decir, egoísta y muy imposibilitado de dar.
¿Por qué el amor es la respuesta a problemas como la anorexia, la bulimia o la violencia?
El amor primario. Es la experiencia de haber atendido a miles de madres y padres desesperados porque pareciera que criar a un niño es demasiado difícil. En este sentido soy realista, tengo esperanza, pero creo que la cosa viene difícil porque estamos cada vez más solos, porque no hay ni familia, ni comunidad, ni tribu que ampare a las mujeres, porque la maternidad ha caído en desuso como valor y ¿qué otra cosa más importante tenemos que no sea crear a los niños con amor para que crezcan y sean personas seguras, felices y generosas, que tengan algo para aportar al mundo? Todo lo demás: las adicciones, los problemas de violencia, las guerras en el mundo son análogas, aunque en gran escala, a las guerras que vivimos en las familias y a la necesidad de obtener más que el otro. Estoy segura de que la verdadera revolución la podemos hacer adentro de casa.
Fuente: Diario Clarin
by ceci
martes, 2 de diciembre de 2008
Generemos muchas reacciones...
"Hace una semana se agrandó “mi familia”, llegaron a mi vida las sobrinitas de mi marido: las mellizas Agustina y Guadalupe; y el hijo de mi mejor amiga: Donato decidió llegar de sorpresa un mes y medio antes de lo previsto. Ver a estos bebés y a sus mamás conmocionadas, temblorosas, inquietas ante la transformación enorme que les esperaba y el mundo que se les abría por delante me hizo ponerme a pensar en muchas cosas. Una de ellas es, evidentemente lo irremediable del paso del tiempo: hace unos meses miraba a mi hija dormir y no me lo creía, hoy la veo enorme en comparación con los pequeños que nacieron.
Otra cosa que estuvo rondando en mi cabeza es cómo podemos aprender tanto en pocos meses. La transformación de un bebé en su primer año de vida es asombrosa, eso lo sabemos todos y nos maravillamos de ello. Pero, ¿y la transformación de la mamá?, desde esos días caóticos que marcan la llegada del bebé a casa, a la organización meticulosa de las rutinas diarias, hay un gran trecho recorrido y ese es un aprendizaje que adquirimos sin casi darnos cuenta. Mi hija ya tiene 9 meses y, con esta introducción solamente pretendo mostrar TODO lo que ella me enseñó, porque en este lapso pasé de leer artículos sobre “cómo crecen los bebés” a experimentarlo, vivirlo y disfrutarlo en carne propia. Atravesamos muchas cosas en estos primeros meses: la teta, los problemas de peso, los cólicos, el sueño, y un largo etcétera. Pero sin dudas la prueba más difícil es la que aún estamos transitando: la displasia de caderas. Sí, mi hija tiene este problema y se lo descubrimos a los seis meses y medio. La displasia de caderas se produce cuando la cabeza del fémur no encaja correctamente en el hueco de la cadera, llamado “acetábulo” o “cotilo”, este problema tiene diversos grados y es importante saber que, corregido a la edad correspondiente (antes del año sí o sí, pero lo más apropiado es hacerlo antes de los 6 meses) no deja secuela alguna. Los médicos aún no se ponen de acuerdo sobre cómo se detecta: tanto el traumatólogo como el pediatra de mi hija coinciden en que la mejor forma para diagnosticarlo es a través de una placa de caderas; otros sostienen que con una ecografía es suficiente (aunque a mi beba le hicieron dos ecografías y ambas salieron perfectas). Una vez detectado el problema hay que tratarlo: lo más común consiste en utilizar un “arnés de pavlik” que mantiene las caderas en “abducción” es decir, abiertas, esto hace que la cabeza del fémur calce correctamente en el acetábulo y lo profundice. Si la displasia avanza o no mejora con el arnés, hay que operar lo cual conlleva además de la operación, la colocación de un yeso durante un tiempo prolongado.
Cuando le descubrieron la displasia a mi bebé, ella ya se sentaba y al colocarle el arnés ya no pudo hacerlo. Fue como volver a tener un bebé recién nacido: y otra vez el caos, la incertidumbre acerca de cómo iba a funcionar, la tristeza por no haberlo detectado con más tiempo. Todos estos sentimientos se acumulaban en mi interior mientras cargaba a mi hija en brazos ya que, al igual que todo bebé de 7 meses ella estaba ávida por descubrir el mundo. Yo perdí por completo la mínima autonomía lograda y no me importaba, pero el cuerpo empezó a pasar factura y, aunque me siento culpable al reconocerlo, mis brazos ya no resistían más. Entonces, busqué ayuda: por medio de una amiga conocida en los foros me contacté con Red Canguro, una asociación española que promueve la “crianza en brazos” y el uso de “portabebés”. Estas palabras resonaban en mis oídos mientras buscaba desesperadamente alguien que en Rosario comercializara los dichosos portabebés. La historia cambió cuando, bandolera en mano, empecé a practicar con mi hija: nuestra vida cambió por completo…todo era más simple y no podía creerlo: tomar un colectivo, ir al supermercado y pasar el día entero con mi hija a upa era maravilloso, fácil y encima tenía muchas otras ventajas! Leyendo los artículos de Red Canguro aprendí tantas cosas, una de ellas es que la posición ideal del bebé en un portabebé debe ser “la de ranita”, es decir: con los muslos abiertos en abducción; es decir: exactamente la misma forma que el arnés le daba a las piernas de mi hija. Por eso ella entraba tan bien en una bandolera y ni de cerca lo hacía en una mochila comercial. Y este es el principal problema de las mochilas comerciales: el bebé va colgado con las piernas estiradas y no en las posición correcta: cadera abierta, colita más abajo que las piernas y espalda en forma de “c”.
Así suceden las cosas, y suceden por algo: de una placa de caderas anormal a conocer términos específicos como “acetábulo”, de comprar y abandonar a la media hora una mochila comercial a usar la bandolera y especializarme en el uso de portabebés tradicionales, de la compra en el embarazo de un coche ultraliviano y sumamente sofisticado a convertirme en una mamá canguro comprando un trozo de tela que me costó el 10% del costo del coche. Así suceden las cosas y cuánto nos enseñan los hijos…
Cada día aprendo un poco más y experimento con otros tipos de portabebés: voy camino de adquirir un mei tai y ya le tengo ganitas al fular. Llevar a mi bebé cerca me pone de buen humor, me tranquliza, me quita incertidumbres y miedos. Ella por su parte, ve el mundo a la altura de los adultos, siente mi calor y mis mimos. Las dos hemos salido fortalecidas de esta experiencia. Su displasia tiene un pronóstico excelente y, por lo que se vió en el último estudio, para la Navidad ya estará sin el arnés. Como ya dije en Red Canguro: eso no cambiará en nada mi descubrimiento acerca de lo maravillosa que es la crianza en brazos, es un largo camino recorrido y queda un largo trecho por recorrer con mi hija en brazos. Ojalá todas las mamás pudieran disfrutarla, ojalá el consumo desmedido de cochecitos se cambie por el uso de fulares, mei tais o badoleras, ojalá podamos ofrecerle a nuestros bebés el calor infinito de nuestro pecho: ese es su mundo. Como dice Carlos González en el epílogo a su libro “Bésame mucho”: los días más felices de tu hijo, están por venir. No dejemos de aprovecharlos."
Luisina (Rosario)
Miembro de Red Canguro (redcanguro @gmail.com)
martes, 25 de noviembre de 2008
Seamos realistas...
Podemos hacer 2 cosas: dejarlo llorar (cosa dificil de sostener...por lo menos para mi...) o hacer toooooodo con el pequeño a upa, en donde se mantiene bien calladito y super feliz!
Entonces si va a ser asi vamos a tratar de que sea lo mas comodo para ambos, ya que cuando decimos tooooooodo, queremos decir toooooodo (desde lavarnos los dientes a la mañana, hasta lavarnos los dientes a la noche, pasando por algunos quehaceres domesticos, quehaceres personales...mandaditos por la calle....porque mi cochecito (y el bebesite, y el andador, y hasta el chirimbolo fantanstico que tiene musica y luces por todos lados) no se los de ustedes...hay momentos que pareciera que le produce una descarga electrica de 220 voltios de la manera que se retuerce y llora...
Por eso les muestro algo que a mi me sirve de mucho (aun lo sigo usando a pesar de sus 10 kilitos) pueden usarse desde que nacen y hasta por lo menos los 2 años...Ademas de las miles de ventajas que tiene llevar al bebe bien cerca nuestro. (lease “el poder de los brazos”, aca en el blog).
Son los PORTABEBES, hay un monton de modelos y formas, pero aca en Rosario solo conseguimos algunas...Espero que les sirva, los recomiendo 100% . Saludos, Ceci.
Bandoleras: Se coloca alrededor del cuerpo en bandolera, apoyándose en un hombro. Pero en vez de tener que hacer un nudo la bandolera está cerrada mediante dos anillos. Una vez adaptado al cuerpo se pone al bebé en la posición acostada o erguido. El mismo peso del bebé hace que las anillas queden cerradas, fuertes y seguras.
Cuando el bebé esté instalado la tela se puede amoldar perfectamente al bebé y el portador solamente tirando del extre
Mochilas: son las mas comunes de ver, pero es hasta 10 kilos solamente y solo tiene una posición.
Quepina: La quepina original, tejida en telares. Es un manto cuadrado de poco más de un metro que se anuda. Puede usarse de frente, al costado o o en la espalda. Es importada de Perú y/o de Bolivia.
Es de muy fácil uso y como todas, se puede usar para bebés recién nacidos y hasta los 18kg.
También se puede utilizar como cambiador o manta de juego para los niños.
Y CUANDO TU BEBË NO LA USE MAS: la puedes reciclar como una manta de viaje o como elemento decorativo por ejemplo sobre un sillón. También la puedes utilizar como pashmina .
sábado, 15 de noviembre de 2008
Muerte en la cuna
Laura Gutman
By ceci
martes, 28 de octubre de 2008
18 meses de embarazo...
El embarazo del ser humano dura en realidad 18 meses.
Como explica Nils Bergman en su página sobre el Método “Madre Canguro”, la bipedestación en el ser humano produjo un estrechamiento de las caderas. Asimismo, el desarrollo del cerebro cada vez mayor, aumentó el tamaño de la cabeza. La naturaleza solucionó este problema produciendo un parto prematuro del bebé humano para que la cabeza pudiese salir sin problemas.
Entre los animales mamíferos existen tres tipos:
-Los nidícolas: los cachorros recién nacidos son indefensos y débiles y requieren de un nido para su protección; por ejemplo los perros.
-Los nidífugos: los recién nacidos pueden seguir la protección de la madre por fuerza propia enseguida después del nacimiento; por ejemplo los caballos.
-Los llevadores: los cachorros pequeños son llevados hasta que hayan madurado lo suficiente para seguir a la madre por fuerza propia; por ejemplo los monos.
El bebé humano es uno de los mamíferos más indefensos al nacer, similar al cangurito, nace inmaduro y necesita el calor, alimento y cuidado maternos hasta que adquiere movilidad y madurez suficientes. Por eso decimos que el embarazo del ser humano dura en realidad 18 meses, nueve dentro y nueve fuera. A los nueve meses el bebé ha adquirido el control de toda la columna y es capaz de mantenerse sentado, gatear, llevarse la comida a la boca, etc.
El método canguro puede ser aplicado en todos los bebés prematuros o a término y les proporciona: estabilidad, calor adecuado, regulación del ritmo cardiaco, contacto piel con piel, sensación de seguridad, correcta posición de la espalda, prevención y ayuda de la displasia de cadera, reducción de los cólicos y llantos, acceso libre al pecho materno y un mejor desarrollo cognitivo y emocional. Consiste simplemente en mantener al bebé en contacto con tu cuerpo, mediante un fular, pañuelo o cualquier portabebés similar, desde que nace y hasta que ambos quieran, durante el mayor tiempo posible. Otras personas, como el padre, pueden también llevar al bebé y sustituir a la madre cuando sea necesario.
¿Por qué en nuestra sociedad prevalece el uso de cochecitos y la idea de que llevar al bebé en brazos es "malo"? Durante los últimos cien años en algunas sociedades se han emitido mensajes desde diferentes frentes en contra del contacto madre-hijo, que han ido calando en nuestras mentes, hasta el punto de pensar que de verdad es mejor para el recién nacido ser separado de su madre, que es mejor para el bebé estar en una cuna y llorar, que es mejor para el niño pequeño ser animado a "independizarse" lo antes posible. No se nos encoje el corazón viendo a un bebé de pocas horas, que ha pasado toda su vida en el vientre materno, llorando en un nido o en una incubadora, sólo y aterrado. Reprimimos nuestros instintos maternos pensando que "es mejor no alzarlo mucho en brazos", "es mejor que llore de vez en cuando", "es mejor que aprenda a dormir sólo". Rechazamos a nuestros niños cuando con 3 años aún maman, aún piden brazos, aún necesitan a mamá más que a nadie, aún nos reclaman de noche... ¡qué niño tan mimado y dependiente! Pero lo cierto es que todas estas teorías se caen por su propio peso; la historia de la humanidad, el ejemplo de otras sociedades que no han tomado este camino tan dañino, la siempre presente voz de nuestro instinto y numerosos estudios científicos nos inclinan a hacer oidos sordos y desterrar malas costumbres.
Mantener a tu bebé a tu lado desde que nace y llevarle en un portabebés tiene numerosas ventajas y los hará felices a ambos.
By: Ceci (la fuente no la tengo..., pero no es mio)
miércoles, 22 de octubre de 2008
Semana Internacional de la Crianza en Brazos
Que lindo poder alguna vez reunirnos asi....es cuestion de ponernos de acuerdo y armar algo...no?
Semana Internacional de la Crianza en Brazos
Del 12 al 18 de noviembre de 2008 (en España)
No existe nada más dulce para una madre que el tener a un hijo en brazos, sentir su calor, su olor y estar en estrecho contacto. Tal vez por esa razón, y desde hace siglos, mujeres de todo el mundo han llevado a su hijos en los más variados tejidos, incorporando esta tradición a su propio legado cultural y transmitiendo por generaciones tan bella práctica.
Por esta razón, la Red Canguro, y junto a ella varias organizaciones sin fines lucrativos de todo el mundo, dedicadas al mismo objetivo, festejarán del 12 al 18 de noviembre la Semana Internacional de la Crianza en Brazos 2008 bajo el lema: Celebrando llevar a nuestros hijos.
Durante estos días, se celebrarán, promoverán y explicarán los beneficios de llevar a los hijos enportabebés; se realizarán charlas, presentaciones locales de la Red, desfiles y exposiciones sobre la crianza en brazos con el objetivo de hacer partícipes a padres y madres interesados en el tema y promover entre el público general el uso de portabebés.
En España, el 15 de noviembre se realizará un encuentro de ámbito nacional en Madrid para reunir a “papás y mamás por el uso de portabebés”, en el que podrán participar todas las familias que se identifiquen con los objetivos de la Red Canguro. Así mismo, en diferentes zonas geográficas donde la Red Canguro tiene representación, se celebrará esta Semana Internacional de la Crianza en Brazos con otros encuentros a nivel local y provincial.
Fuente: mimosytta.com
By: Ceci
miércoles, 15 de octubre de 2008
Articulo en el diario La Nación
Revisando la pagina de Laura (www.familianatural.org), encontré este articulo que ella detacó del diario La Nación sobre colecho....lactancia...y demás...Me pareció fantástica esta especie de desmitificación sobre algunas formas de crianza...a mi parecer la más natural de todas: la crianza con apego. Peguenlé un vistazo...vale la pena.
Saludos
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1057124
By Ceci
domingo, 21 de septiembre de 2008
UPA.....UPA
Ando medio enganchada con este tema de apego y mucho upa a nuestros bebes... aca va otro lindo articulo sobre algo de eso...UPA LA LA!!
Se ha escrito mucho acerca de los primeros momentos tras el nacimiento de un bebé. El niño ( si no está enteramente intoxicado por los medicamentos utilizados en el parto) tiene la carga necesaria de hormonas segregadas durante el parto para nacer bien despierto y alerta durante un corto espacio de tiempo. Durante este tiempo, tienen lugar la impronta inicial. Ya familiarizado con las voces de los padres, el bebé, quien puede distinguir los rostros de objetos y de otras partes del cuerpo, mantiene la mirada fija en los ojos de sus padres, como para grabar sus imágenes para toda la vida. Reconoce el olor del líquido amniótico, que es tanto un olor propio como de su madre. Su temprana programación guía su boca a buscar y encontrar un nuevo método físico de nutrición materna, y es inmediatamente atraído por el olor específico de los pechos de su madre, que ahora sustituyen al cordón umbilical. El recién nacido, que apenas es capaz de mantener la temperatura de su cuerpo, encuentra una ideal y confortable regulación de la temperatura en el contacto con el cuerpo cálido de mamá. Habiendo conocido tan sólo el confinamiento seguro en el útero, se siente cómodo en contacto con un cuerpo cálido o en la seguridad de los brazos, y llorará con fuerza, incómodo y ansioso si se le deja en una superficie dura y fría. Con el primer sorbo del alimento concentrado proveedor de anticuerpos y escuchando el familiar latido y los sonidos del cuerpo de su madre, el bebé pronto cae en un apacible sueño e incluso los ritmos de su latido y respiración se regulan por los ritmos maternos. Mientras duerme, sus primeros sorbos de calostro y su respiración establecen la flora saludable en el tracto digestivo, proporcionando defensas contra los microbios que le rodean.
Aunque no está todo perdido si la vida de un niño no comienza de esta manera, esta es la primera oportunidad de apego y la primera elección que hacemos respecto a la salud del bebé. Hay una larga vida por delante para los padres y el niño, y varias direcciones que puede tomar la familia. Mientras que el niño nace dotado por la naturaleza con la semilla de cierto potencial, el estilo de crianza de los padres, influirá en gran medida en la probabilidad de realización de dicho potencial en beneficio o detrimento del niño, su familia y la sociedad.
Las investigaciones acerca de la influencia de los métodos de crianza en los factores bioquímicos, demuestran que con una crianza sensible, el cuerpo produce sustancias que ayudan a que los padres se muestren cada vez más afectivos, cariñosos y vinculados a sus hijos y que los hijos estén estrechamente vinculados a sus padres. A lo largo del tiempo, esta vinculación deviene amor y respeto. Sin duda alguna, estas sustancias químicas se predisponen de forma permanente en el cerebro del niño hacia comportamientos positivos más adelante hacia el desarrollo de un fuerte y duradero apego. En cualquier caso, la mayor lección que extraemos de estos estudios es que mientras que la naturaleza tiene un plan muy bueno, fallar en su seguimiento puede derivar en resultados indeseables. En otras palabras, cuando los padres acatan su instintivo deseo de disfrutar de un contacto cercano con sus niños, alimentándoles de forma natural y respondiendo rápidamente a sus necesidades y deseos (que en el bebé son exactamente lo mismo) están desarrollando a futuros adultos responsables y sensibles. Desatender a un niño hace que los mensajeros químicos disminuyan rápidamente y, como resultado se cree un vínculo endeble y la crianza se torna algo arduo y poco exitoso. A su vez, el niño manifiesta los efectos del estrés. Además, las reacciones de estrés y otros comportamientos en el niño y el adulto que será, se ven permanentemente alterados. Otros aspectos del intelecto y de la salud también se pueden ver afectados.
El increíble, extenso e innato sistema humano de recompensas hormonales al contacto físico y emocional cercano, amoroso y consecuente entre padres e hijos y sus increíbles consecuencias, combinadas con los hallazgos de las investigaciones psicológicas acerca del apego, proveen de una abrumadora evidencia para reflexionar sobre la clase de crianza que planificamos para un niño, al menos para mí. Una vez oí a un anciano pediatra decir a una madre, con fuerte desaprobación porque su hijo le pedía, aferrado a ella, que le cogiera en brazos: “Todo comienza el primer día que le coges en brazos cuando llora”. Mi única respuesta a esto es: “En efecto, así es”.
Fuente: Linda Folden Palmer = mimosytta.wordpress.com
sábado, 13 de septiembre de 2008
Existe una sola manera de ser bebé?
Tal vez si, como si todos los bebes nacieran con una necesidad en común, producto de una memoria filogenética , reclamando contacto físico y tranquilizándose al ser mecidos. Como si el movimiento y la cercanía de la mama u “otra persona” les trajera reminiscencias de algo conocido.
La cría humana necesita de un largo tiempo para madurar y llegar a ser independiente. En ese sentido podemos compararnos con los marsupiales, que luego de nacer, continúan su formación en el marsupio de la madre. En general, en las culturas tradicionales, las madres cargan a sus hijos en un trozo de tela que anudan, y que se le da distintos nombres de acuerdo al lugar: quepina, rebozo, kanga, mei tai. Algunos antropólogos han llegado a la conclusión que los niños que tienen un fuerte contacto piel a piel lloran menos. Entre ellos Margaret Mead, realizo un estudio comparativo entre varias culturas tradicionales y concluyo que los pueblos mas violentos son los que privaban a los bebes y niños del contacto físico con los adultos.
Hoy también contamos con los últimos avances en lo que se llama neurobiología del cerebro, con los cuales se ha podido comprobar “científicamente” que un bebe tenido mucho tiempo en brazos tiene un numero mayor de conexiones entre las neuronas de su cerebro, (sinapsis) que un niño que no ha sido cargado.
Pareciera que biológicamente, la criatura humana despertara una conducta maternal y protectora, no solo entre los humanos, sino también en otras especies, como hemos escuchado cientos de historias de niños perdidos criados por animales, que les brindaron calor y alimento. Tal vez nacemos con este mecanismo incorporado como método para sobrevivir.
Los bebés solo pueden saber lo valiosos que son a través del reflejo, por la manera en que son tratados. Como dice Jean Liedloff en su libro el concepto del continuum: “Una vez que la madre comprenda que si lleva a cuestas a su bebe durante los primeros seis u ocho meses de vida estará asegurando la independencia del pequeño y creando la base para que sea sociable, poco exigente (demandante) y positivamente servicial durante los quince o veinte años siguientes en los que vivirá con sus padres…. Creo que la gran mayoría de padres quieren realmente a sus hijos y que solo les privan de unas experiencias tan esenciales para su felicidad porque no tienen ni idea de que están haciéndoles sufrir. Si comprendieran la tortura que supone para un bebe llorar en la cuna, sin que nadie le haga caso, el terrible deseo de contacto que siente y las consecuencias del sufrimiento que le produce…no me cabe la menor duda de que harían todo lo posible para evitar dejarlo solo un minuto …El instinto de la madre, confundido por la cultura, se reafirmará y conectará de nuevo con sus motivos naturales. Cuando su hijo llore, la señal le ira directamente al corazón, el cual no estará confundido por ninguna escuela de pensamiento sobre el cuidado de niños”.
Esto que parece difícil de implementar en nuestra sociedad, moderna y globalizada no es tan así. Solo se trata de estar “en contacto” con nuestro bebe cada vez que podamos. Una pequeña tela anudada y que lo sostenga, esta disponible al alcance de todos. Y cuando la mama se reincorpore al trabajo, dejarlo en manos de una persona que lo cuide y lo lleve con ella la mayor parte del tiempo. La piel es el primer medio de comunicación con el mundo exterior.
Solo se trata de comprender que si un niño llora es porque algo necesita: alimento, dormir, calor, brazos, sostén. Y saber que el llanto es la única manera que tiene de hacernos saber que no se siente bien.
Entonces así, podrá ir incorporando la cultura en la que nació, sin conflictos en su persona. Parafraseando a Laura Gutman tengamos en cuenta que “nadie pide lo que no necesita”.
Fuente: Alejandra Martinez de Maminia. Gracias ale¡¡¡
Las necesidades básicas del bebé de 0 a 9 meses.
El bebe humano nace prematuramente con respecto a los demás mamíferos. Podemos considerar que tiene nueve meses de gestación intrauterina y luego nueve meses de gestación extrauterina. Es decir, recién los nueve meses de edad tiene un desarrollo similar al de otros mamíferos a pocos días de haber nacido (posibilidad de desplazamiento, por ejemplo)
Durante los primeros nueve meses de vida extrauterina, las necesidades básicas de los bebes son en esencia parecidas a las que eran satisfechas con comodidad en el vientre de sus madres, a saber: comunicación, contacto y alimento permanente (en ese orden).
Comunicación: Se refiere a la comunicación permanente con la persona maternante (madre o persona sustituta) a través de la mirada, las palabras, el sentido de su presencia y el amor. Un bebe se constituye en ser humano en la medida en que está en total comunicación con el otro, preferentemente su mama. Permanentemente significa “todo el tiempo” de brazos, calor, cobijo, movimiento, ritmo.
Contacto: el bebe debería estar en brazos de su madre o de algún sustituto la mayor parte del tiempo, “sostenido”, tocado, incluso “apretado” como de hecho estaba en el útero de la madre. Esto le permite estar en contacto permanente, con otro cuerpo que delimita su propio cuerpo, que lo balances, lo acuna, le canta y lo contiene.
Esto resulta, en apariencia, sencillo; sin embargo, la mayoría de las madres no cuentan con el suficiente sostén externo para poder permanecer con el bebe “ a upa” la mayor parte del día. Inconscientemente mantienen una lucha interna entre la necesidad primaria y filogenética que les dicta el corazón y lo que la sociedad, la familia o la cultura esperan de ellas y tildan de normal o saludable. De hecho, en nuestra sociedad occidental rara vez tenemos la ocasión de encontrar a las madres que porten a sus bebes colgados al cuerpo; al contrario, abúndenlos cochecitos para bebes, cunitas, sillitas o cualquier otro objeto que mantiene n al bebe alejadísimo del cuerpo de su mama. Quiero recalcar que dentro del útero materno, el bebe tenía todas las partes d esa cuerpo en contacto con otro cuerpo, apretado y con limites muy precisos. Esa sensación es la que el bebe necesita reproducir. El espacio aéreo es infinito. Si no hay contacto completo, la sensación es la de caer en un precipicio.
Alimentación Permanente: Significa que, al igual que en el útero, la necesidad de alimento es casi constante, y no me refiero solo al alimento material que denominamos “leche”. La posibilidad de succionar, ingerir y satisfacer el hambre debería estar disponible cada vez que el bebe lo requiera. Prestemos atención a la facilidad con que las madres retaceamos el pecho a los niños porque “ya comió”. Deberíamos reflexionar sobre el poder que ejercemos sobre ellos desde la posición de adultos, diciendo arbitrariamente cuando es “justo” ofrecer alimento y cuando no es adecuado o merecido.
Estas apreciaciones vanen contra de la mayoría de los prejuicios con los que se maneja la sociedad industrial. Justamente, los pre-juicios son ideas preconcebidas que sirven en ciertas circunstancias y que luego utilizamos de manera indiscriminada. Es lo inverso a tener una mirada amplia, abierta y dispuesta en cada situación en particular.
Para criar bebes atendiendo sus necesidades básicas, es indispensable reconocer la naturaleza del bebe humano. Para ellos necesitamos observarlos, y partir de una confianza genuina en su comportamiento. Y también fundirnos en la fusión, donde viviéremos como propias las sensaciones primitivas de nuestros bebes, permitiéndonos regresiones, que tiene muy mala prensa pero que son indispensables durante el puerperio.
Fuente: maminia.com, gracias alejandra!.Ceci
miércoles, 27 de agosto de 2008
¿Qué es un buen parto?
La forma es importante. No cabe duda que es mejor siempre plantear un parto natural (mamífero, según definición del Dr. Michel Odent) que una cesárea programada o un parto hospitalario clásico donde un buen parto no es más que un parto rápido, con todo lo que supone de falta de intimidad, medicación, inmovilización y montaje tecnológico entre otras cosas. Pero como sabemos que las percepciones del bebé tienen como base principal las de la madre, excepcionalmente, puede ser mejor para una madre llena de miedos u obsesionada con no “sufrir”, una cesárea (mejor no programada sino cuando llegue por naturaleza el nacimiento y esperando a que el proceso de parto esté lo más adelantado posible para permitir le generación del antes comentado cóctel de hormonas). Con ello no quiero juzgar esa decisión sino pensar en lo mejor para el bebé en este caso, en que el problema sería más la desinformación, la preparación previa y la manipulación que le han llevado a esa opción, que el hecho en sí.
También puede ser obligada una cesárea en casos de peligro para la vida del bebé o de la madre, aunque desde luego no en tantas ocasiones como nos quieren hacer creer, pudiendo tomar como referencia las recomendaciones de la OMS.
¿Qué puede hacerse si no hay más remedio que efectuar la cesárea? ¿Supondrá un daño psicológico irreparable para el bebé? Desde luego que no. Sobre todo si la madre, informada y consciente de la capacidad de comunicación que tiene con su bebé, está en contacto mental y emocional continuo con él –permitiéndolo así la epidural, en que la madre mantiene la conciencia–, transmitiéndole tranquilidad, explicándole lo que sucede (sí, habéis leído bien, explicándole lo que en cada momento está sucediendo. Los bebés son capaces de percibir y entender más de lo que podemos imaginar). La calidad emocional del nacimiento dependerá también de la calidad emocional de la gestación y se asentará en las horas y días posteriores al mismo. Si añadimos el no cortar el cordón umbilical hasta que deje de latir, el colocar al bebé en el pecho de su madre (se puede hacer en algunos casos aunque sea cesárea), no interrumpir el contacto madre-bebé si no es imprescindible y el menor tiempo posible (y ahí está el padre para cogerlo en este caso), el iniciar la lactancia…éste será el mejor de los nacimientos.
Desde al Plataforma de Derechos del Nacimiento defendemos que el mejor parto para la mujer es el mejor parto también para el bebé, y es la mujer, suficientemente informada, la que debe decidir cómo dar a luz, otorgándole las posibilidades de llevarlo a cabo, sea cual sea la forma decidida. Es un derecho básico de respeto y libertad sobre el propio cuerpo. No se puede manipular, desinformar, obligar, como se hace con muchas mujeres, que quedan sin más opciones que las que pasan por el parto hospitalario típico.
Dar a luz es un acto sagrado, digno de respeto por lo que entraña en cuanto al surgimiento de una nueva vida, por lo que supone como vivencia para la madre, por lo que implica en el futuro del bebé, que es lo mismo que decir en el futuro de toda la humanidad. Al fin y al cabo los bebés de hoy serán las mujeres y hombres del mañana. Bebés, niños, en armonía lo serán también de adultos, llevando a sociedades igualmente en armonía, de las que estamos más bien faltos en la actualidad.
Ante todo, información
La gestación y el nacimiento son los hechos más importantes en la vida de las personas, tanto vivenciándolo como bebé, como siendo madres y padres. En las últimas décadas se ha tecnificado tanto la gestación y el nacimiento que se ha perdido en gran medida la oportunidad de experimentarlo con toda su carga emocional, con toda su fuerza vital.
Toda mujer tiene el derecho (y yo diría además el deber) de informarse de las diferentes posibilidades que tiene de traer a sus hij@s al mundo, de lo que supone cada una de ellas, teniendo en cuenta sus propias necesidades y las del bebé; escogiendo la que crea más adecuada a sus expectativas y deseos. Para ello, no hay más remedio muchas veces que “buscar” esa información fuera de los cauces hospitalarios y médicos usuales, tarea que facilitan grupos y asociaciones dedicados a informar, asesorar y proteger los derechos de madres y bebés (incluidas las valiosas asociaciones de apoyo a la lactancia).
Sólo la concienciación de madres y padres de lo que supone una manera u otra de dar a luz puede hacer cambiar finalmente actitudes y protocolos irrespetuosos con las mujeres y sus bebés. Son muchas las personas dispuestas a promover este imprescindible cambio, por bien de los bebés, las madres, los padres y de toda la sociedad.
“El nacimiento es un acto sagrado, una representación en la Tierra de la Creación de la vida. Dar a Luz es un acto sublime de amor, lleno de afecto y entrega. Toda madre, todo bebé, tiene derecho a vivirlo en toda su intensidad, con toda su carga emocional. Respetando el nacimiento, respetamos al Ser Humano, respetamos la Vida y sembramos semillas para un mundo mejor.”
Fuente: Enrique Blay y retocada por ceci
El Nacimiento
A nivel fisiológico el nacimiento es un proceso complejo que exige el máximo de los cuerpos del bebé y de la madre. El Dr. Michel Odent demuestra la importancia del estado mental y emocional de la madre para el funcionamiento adecuado de los mecanismos que la naturaleza tiene previstos para el acto de dar a luz. Su implicación es básica para el aprovechamiento del cóctel de hormonas que se generan, entre las que destacan las ENDORFINAS–morfina endógena, que producen madre y bebé– y la OXITOCINA –genera contracciones del útero, induce el amor maternal–, que sólo podrá segregarse si no se produce adrenalina, al ser antagonistas. La adrenalina se produce ante una situación de peligro, de miedo, de inseguridad y ello nos da pistas para pensar qué aspectos debemos cuidar en el entorno del nacimiento. El Dr. Michel Odent aboga por un parto que hay que “mamiferar” en el sentido de respetar el proceso instintivo, natural del nacimiento, a través de la intimidad, la seguridad, la temperatura adecuada, el lenguaje utilizado con precaución, la penumbra.
Desde la perspectiva del bebé, su nacimiento es un hecho de alta carga emocional. Abandona el cálido y protector útero para surgir a un mundo desconocido a través de un camino largo y lleno de obstáculos, que implicará también la independencia vital respecto a su madre, que le ha facilitado todos los nutrientes y el oxígeno necesario para la vida a través del cordón umbilical.
Hoy en día, en la mayoría de los hospitales, algo tan natural como dar a luz se ha convertido en algo “técnico”, frío, olvidándose de que el nacimiento es un acto sagrado donde la madre y el bebé tienen necesidades afectivas y emocionales. No se muestran las diferentes alternativas del nacimiento y menos aún sus ventajas, al contrario, se negativizan alegando riesgos importantes para la madre y el bebé.
Un nacimiento hospitalario “típico” hoy en día es: aparecen las contracciones y al llegar al hospital, tras una larga o corta espera, se inmoviliza a la madre estirada en una camilla, se le practica enema y rasurado, enchufada al gota a gota, con el cinturón de monitoreo fetal y a la mínima se le administra oxitocina (que sólo actuará a nivel muscular, pero no cerebral), con lo cual las contracciones se acelerarán, se harán más intensas y dolorosas (se ha roto definitivamente el proceso natural del nacimiento) y por lo tanto tenemos todos los números para la epidural, fórceps, episiotomía o la cesárea.
Al nacer el bebé es tomado por unas manos enormes, desconocidas, hay gritos, ruido, luces cegadoras, le cortan el cordón umbilical antes de que deje de latir por lo que se asfixia y tiene que esforzarse al límite para poder limpiar sus pulmones y poder inhalar ese aire salvador, pasa de unas manos a otras, se le manipula lavándolo, pinchándole, pesándolo, midiéndolo. Es separado de su madre, en la que ha tenido hasta ahora (toda su vida) su hogar. Para acabarlo de arreglar, no se apoya suficientemente el inicio de la lactancia, sin asesorar a la madre. ¡Vaya recibimiento al bebé!
En los nacimientos en casa, o naturales de los hospitales, el bebé se complace al ser puesto junto a su madre, al cruzar la primera mirada, llena de ternura. El bebé “lee” esa mirada, identifica su sentido de alegría, de amor. Es la mejor de las bienvenidas. El bebé siente el olor, el calor, los latidos del corazón, sobre el cuerpo de su madre. Empieza a respirar tranquilamente, sin ahogos. Ni siquiera nota el corte del cordón umbilical, que ha dejado de latir. Se siente feliz, está junto a su mamá.
También es capaz de acercar su boquita al pezón de ese cálido pecho y empezar a mamar. ¡Aquí sí que se está gusto! El cóctel de hormonas se completa con la prolactina (relacionada con el apego y con el inicio de la lactancia), en donde comienza ese otro camino de dar vida...de dar amor...de dar calor...de dar contención...dando la teta.
fuente: Enrique Blay y retocado por Ceci
lunes, 11 de agosto de 2008
Carta de un bebé para su nacimiento
Yo: bebé por nacer
Ustedes: obstetra, partera, médico, personal de cuidado
Entre nosotros: mi mamá y mi papá
Yo sé que aún soy muy pequeño para interpelarlos así, pero mamá no estará totalmente lúcida en ese momento como para decirles lo que la preocupa. Ustedes no conocen a mi papá y mi mamá, pero ya puedo decirles que ellos desean lo mejor para mí y que si nosotros los molestamos con esta pequeña charla, es justamente para hacer de mi nacimiento algo armonioso y feliz.
He aquí pues, concretamente lo que quiero pedirles.
Mamá quiere que dejen que la bolsa se rompa sola. Necesita tiempo para hacer las cosas y no cree que parir, necesariamente implique parir rápido.
Asimismo mis padres quisieran poder tomarse el tiempo de acogerme, poder vivir plenamente este momento único conteniéndome, tranquilizándome con su presencia y el calor y olor del cuerpo de mi mamá.
Ellos saben que es requerida la aspiración de las vías aéreas en el hospital, pero ¿podrían hacérmela dejándome mi panza contra la panza de mamá, volviendo un poco mi cabeza hacia el costado?
¿Podemos también –si todo sale bien-, esperar a que el cordón umbilical no lata más antes de cortarlo? Mamá no quiere que me quede con ella cueste lo que cueste, pero le gustaría que mi primera respiración se haga suavemente, sin apuro.
Asimismo, el test de Apgar ¿me lo pueden hacer sobre mamá? Mi peso, mi talla, el “gran baño” ¿pueden hacerse un poco después, justo antes de que nos lleven a nuestra habitación a mamá y a mí?
Por supuesto, mamá quisiera que me dejaran manifestar mi hambre, que pueda buscar libremente, a mi ritmo su pezón y tomar cuando y como tenga ganas de hacerlo.
Una última palabrita antes de dejarlos hacer vuestro trabajo: no lo he dicho hasta ahora, pero cada uno de estos pedidos son válidos en la medida de que no surja ninguna complicación que vuelva peligrosa este tipo de prácticas. Si mis padres están aquí para mi nacimiento, es que tienen confianza en todos ustedes y desean ponerse en las mejores manos para prevenir accidentes. Entonces, por adelantado, ¡gracias a todos primero por sus conocimientos, y luego por su comprensión frente a estos deseos... Y ¡hasta pronto!
Fuente: L'équipe de Naître et Bien être - Sylvie Bouvier - sylvielore.bouvier@tele2.fr Septiembre de 2004
jueves, 31 de julio de 2008
Llevar a tu bebé: el poder de los brazos
En numerosas culturas las mujeres llevan a sus bebés envueltos en los más diversos artilugios dependiendo de sus necesidades, algunas usan pañuelos, otras hamacas tejidas con materiales vegetales, algunas incluso los llevan en porta bebés que cuelgan de su cabeza. De esta forma los recién llegados participan en las tareas cotidianas son atendidos de inmediato por sus madres y descansan tranquilos cerca del corazón de su cuidador, generalmente hasta conseguir una cierta movilidad que le permite explorar su entorno activamente, alrededor de los 8 a 10 meses.
Desgraciadamente, nuestra sociedad está regida por el consumo y los mensajes publicitarios.
En muy poco tiempo hemos dado la espalda a nuestro instinto de agarrar en brazos al bebé y llevarlo con nosotros allá donde vayamos, para pasarlo a su cochecito, apartado físicamente del calor de su madre.
Llevar a tu bebé en brazos no solo es una experiencia agradable para el y para ti, si no que se ha demostrado que lleva asociados importantes beneficios para ambos:
El constante contacto físico afianza el vínculo madre-hijo imprescindible para un perfecto desarrollo emocional y psicológico del bebé.
Se estimula el desarrollo del cerebro debido a que desde la perspectiva en la posición del babywearing tiene acceso a estímulos mucho más ricos y similares al adulto, mientras que desde el cochecito solo ve el techo o el cielo.
Es necesario para el recién llegado reorganizarse para poder integrarse a su nuevo ambiente. Si se separa pronto de su madre deberá autorregularse solo y puede presentar: cólicos, llantos, comportamientos de miedo y ansiedad, respiración irregular, sueño inquieto.... Al llevar a tu bebé le estas reconfortando ya que con tu presencia los sistemas emotivos, intelectual y psicológico funcionan de forma óptima, la presencia continua de la madre es una influencia reguladora necesaria.
Ser llevado es como una gimnasia pasiva, por lo que tampoco hay que preocuparse por la supuesta “pasividad” del bebé. Jean Liedloff (autora del libro “El concepto del Continumm”) sostiene la idea de que los bebés tienen como expectativa el ser pasivos la mayor parte del tiempo, no tener la obligación de intervenir constantemente en las situaciones. Si son llevados, pueden observar perfectamente todo lo que ocurre en su alrededor, pero sin la necesidad de reaccionar activamente. Esto les lleva a un aprendizaje tipo “esponja” y permite que puedan asimilar las experiencias vividas de una forma mucho más adecuada.
Se facilita la lactancia materna ya que al estar pegado el bebé al cuerpo materno la mayor parte del tiempo, se estimula la producción de la leche y el bebé “recuerda” más fácilmente que quiere mamar.
Antropólogos que han estudiado culturas en todo el mundo afirman que los bebés que son llevados la mayor parte del día, LLORAN MENOS. En nuestra sociedad aceptamos la idea de que es normal de que los bebés lloren durante horas, pero esto no es así en todas partes.
Favorece mayor contacto visual con la madre. Aunque la madre no tenga que estar pendiente todo el tiempo del bebé, porque tiene la seguridad originaria de que está bien mientras esté con ella, el bebé puede orientarse en este mundo según las reacciones de su madre.
Es más consciente de las caras, los ritmos del paso, los olores. El aprende las expresiones faciales y otros lenguajes del cuerpo, entonaciones de voz, esquemas de respiración y emociones del que lo lleva.
De este modo los bebés “portados” son más organizados, más sociables y tienen más facilidad de aprendizaje.
Las ventajas para la madre son tan obvias que sorprende que no sea una práctica mucho más extendida. La queja de toda madre suele ser que no puede hacer nada y que está muy cansada porque aprovecha las horas de siesta del bebé para hacer la casa. Las madres que practican el babywearing no tienen este problema: cargan al bebé en la cadera o en la espalda y así hacen las labores de la casa. Normalmente el bebé se duerme con el movimiento, pero si no es así, suele estar muy entretenido mirando lo que hace su madre. Así, la madre no tiene que doblar jornadas ya que se puede planificar como más le convenga sin tener que esperar a que el bebé se haya quedado dormido.
FUENTE ASOCIACION CRIARTE y retocada por CECI
lunes, 28 de julio de 2008
Dar a luz
El esfuerzo físico requerido en el parto no ha cambiado en el curso de los años. El acto es el mismo para las mujeres modernas que somos hoy en día como lo era hace miles de años para las mujeres que vivían en la jungla tropical. De hecho, es poco importante el lugar de residencia o su cultura, el parto es el mismo.
En el momento del trabajo de parto y el nacimiento en sí, nuestro cuerpo suelta un cóctel de hormonas que producen un efecto “calmante”, porque nos ponen en un estado alterado de conciencia que es similar a hacer el amor, y hacen que no sintamos el dolor tan fuerte. Para lograr esta sincronización extraordinaria de sustancias es importantísimo contar con un entorno adecuado: necesitamos intimidad, respeto por nuestros tiempos, compañía de personas amadas, palabras cálidas de aliento…pero por sobre todas las cosas una convicción y confianza en nuestra capacidad instintiva de parir…creer desde lo profundo que el parto es nuestro….
Parecemos haber perdido esa aceptación del dolor como parte natural del parto. Hoy en día nos dicen que el dolor se puede evitar, que ese dolor del nacimiento es terrible…lo que nos atemoriza y lo hace más doloroso aún…
El temor es una respuesta normal a todo lo que nos es desconocido, sobretodo cuando hay una posibilidad de daño o de muerte. El temor que vivimos hoy en día es mucho más grande que el de nuestros ancestros. Hoy creemos que el parto sería demasiado difícil de soportar sin los médicos y los hospitales. “Cedemos” la responsabilidad de nuestros partos más que vivir el proceso natural.
Los conocimientos adquiridos sobre el parto natural quedan en el interior de cada mujer. Este aprendizaje se propaga de generación en generación en los genes. Así como existe un esquema en el interior mismo de la mujer donde crece el feto, hay igualmente en nosotras todo el instinto y todas las informaciones necesarias para el parto.
No hay necesidad de enseñar a la madre como dar a luz a su bebé.
Como nos dice Laura Gutman : “Hoy en día consideramos el parto como un acto puramente corporal y medico. Un trámite que, con cierta manipulación, anestesia para que la parturienta no sea un obstáculo, drogas que permiten decidir cuándo y cómo programar la operación, y un equipo de profesionales que trabajen coordinados, pueda sacar al bebé corporalmente sano y felicitarse por el triunfo de la ciencia. Esta modalidad está tan arraigada en nuestra sociedad que las mujeres ni siquiera nos cuestionamos si fuimos actrices de nuestro parto o meras espectadoras. Si fue un acto íntimo vivido desde la mas profunda animalidad, o si cumplimos con lo que se esperaba de nosotras.”
By Ceci